Cuando hablamos de pérdida auditiva parece que lo primero que se nos viene a la cabeza es una persona mayor. Pero no, puede aparecer en una persona de cualquier edad, incluso en recién nacidos.
Al igual que en adultos, la hipoacusia infantil es la incapacidad total o parcial para percibir sonidos, y puede presentarse en varias partes del oído (oído externo, oído medio, oído interno, nervio auditivo).
La consecuencia más evidente son los problemas para comunicarse con las demás personas.
La pérdida auditiva afecta a la capacidad de desarrollar capacidades tales como el habla, la escritura y la lectura.
Por eso es tan importante detectar a tiempo un problema auditivo infantil y ponerle solución para asegurar su correcto desarrollo intelectual y social.
Y aquí vosotros, los padres, jugáis un papel fundamental: el estar atentos a una serie de signos que indiquen que algo no va bien con la audición de vuestro pequeño.
Porque, desde bebés, las personas necesitamos oír repetidamente los sonidos para asociarlos con cosas.
Permanece atento a los siguientes síntomas
- Los ruidos fuertes no le sobresaltan
- No detecta la procedencia de los sonidos
- Cuando le llamas por su nombre no reacciona
- Tiene problemas de comunicación
- No habla de forma clara
- No sigue tus instrucciones
- Repite a menudo “¿Qué?”
- Sube demasiado el volumen de la televisión o se sienta demasiado cerca
- No reacciona a las voces
- Comienza a hablar más alto de lo normal
- Presenta un bajo rendimiento escolar
- Al volver de clase, lo hace agotado debido al esfuerzo que ha realizado para entender lo que decían en el aula
¿Qué tienes que hacer si sospechas que tu hijo padece pérdida auditiva?
Si crees que tu hijo puede tener pérdida de audición, no lo dudes y acude a un profesional.
Busca tu Centro OM más cercano y pide cita para que nuestro equipo de profesionales especializados en audiología infantil revise la audición de tu peque.
Realizaremos un examen exhaustivo de sus oídos para localizar el problema y así buscar la solución que mejor se adapte a sus necesidades.
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OM, el sonido consciente.